Relato de un testigo presencial de la huelga en Vorkuta
Han pasado 69 años desde las infames purgas de Stalin en 1936. Antiguos bolcheviques famosos como Zinoviev, Kámenev y Bujarin fueron inculpados y obligados a confesar crímenes que no habían cometido. Pero estas víctimas famosas sólo eran la punta del iceberg. Hubo miles de trotskistas cuyos nombres no se recuerdan y que languidecieron en los brutales campos de concentración situados en las zonas más remotas de Rusia.